Las OFI también se viven en la gestión

Édgar Velasco 

La misión del ITESO se lleva a cabo a partir de tres tareas definidas como sustantivas: la formación, la investigación y la vinculación. Para Bernardo Jaime, integrante del equipo de la Biblioteca Jorge Villalobos Padilla, SJ, las tareas sustantivas de la universidad se encuentran unidas por un pegamento que las posibilita: la administración. Con este comentario desde el público, Jaime se sumó a la conversación que tuvo lugar en el cierre de la última sesión del ciclo Diálogos en Comunidad, que se organizó para conmemorar el 50 aniversario de las Orientaciones Fundamentales del ITESO y que dedicó su conclusión para reflexionar sobre cómo el documento también está presente en las labores de gestión de la universidad. 

Como se ha venido recordando a lo largo del año dedicado a las celebraciones por su publicación, las Orientaciones Fundamentales del ITESO, más conocidas como las OFI, son el documento que guía y da identidad a la comunidad universitaria. Publicadas en 1974, siguen estando vigentes y sobre eso se reflexionó en las cinco mesas cobijadas bajo el título Diálogos en Comunidad.  

La última sesión convocó a Mireya Hernández Arreola, profesora de la Coordinación de Innovación, Desarrollo y Exploración Académica (CIDEA); Humberto Núñez Manzano, encargado de Inteligencia de Negocios e Información Institucional de la Dirección de Planeación y Evaluación; Omar de Jesús Gómez Villegas, asistente de Eventos en la Oficina de Servicios Generales, y Gilberto Amador Maya, coordinador de Adquisiciones en la Oficina de Compras, quienes contaron con la moderación de Leonora Lizárraga Salazar, encargada de protocolo en la Oficina de Relaciones Institucionales y quien dijo que la mesa estaba integrada “por personas con la camiseta del ITESO bien puesta”. 

Hernández fue la primera en tomar la palabra y advirtió: “Nos vamos a divertir”. También compartió cómo, al recibir la invitación, pensó en la gestión desde la acepción que la define como “gestar o posibilitar algo”. Después, hizo un repaso de las tres OFI —la filosofía educativa específica, la inspiración cristiana y el compromiso social—, que hilvanó a partir de una anécdota de sus años como preparatoriana en el Instituto de Ciencias, cuando trabajó durante dos meses en una heladería Bing y contribuyó para que las tres encargadas de la sucursal ganaran un concurso de la empresa. Con esa experiencia, dijo, pudo experimentar rasgos de la gestión que implican dejar de pensar en términos individuales para pensar en equipo y como parte de un todo más grande. Finalmente, mencionó que la escritura misma de las OFI, cuando la universidad ya tenía algunos años, evidenciaba un estilo muy “itesiano” de hacer las cosas: “Primero experimentamos, aprendemos y luego lo plasmamos en un documento. Es algo que distingue al ITESO”. 

Para no irse por las ramas, Núñez tomó un atajo: “Todo lo que dijo Mireya, por 2”, bromeó para luego decir que las OFI estaban presentes de muchas maneras en los trabajos de la universidad, “a veces muy lejos, otras de maneras muy evidentes. Esas son las que me tienen aquí”. Con una trayectoria de más de 25 años en el ITESO, recordó cómo fue incorporarse a trabajar en la universidad. “Las OFI para mí han sido un espacio para desarrollarme, crecer y construir con los demás”, y compartió su certeza de que dentro de 50 años el documento seguirá vigente “porque son atemporales”. 

Después de esta intervención, Lizárraga hizo un paréntesis para agradecer la presencia entre el público del rector Alexander Zatyrka, SJ —quien pasó, dijo él, a dar “una asomadita”— y luego cedió la palabra a Gilberto Amador, quien también repasó su andar por diferentes instancias universitarias, un itinerario que describió como “muy enriquecedor”. Su intervención estuvo salpimentada por muchas anécdotas y dijo que en todos los equipos del área administrativa en los que ha trabajado siempre ha buscado motivarles “para que crean en el sueño que están colaborando a construir”. Y sobre el documento que motivó la charla, dijo que “las OFI son inherentes en el día a día”.  

Para no variar el tono, Gómez también comenzó hablando de su llegada al ITESO, cuando se incorporó al equipo de aseo de la universidad. Contó cómo un día, caminando por uno de los pasillos principales del campus, se encontró con un grupo de personas. “Un señor chaparrito que venía en la comitiva me saludó y me dijo ‘Gracias por tu trabajo’. Cenobio [Gómez] me preguntó: ‘¿Sabes quién es? Es el Rector’. Eso a mí me conmovió: quería decir que en el ITESO todos estábamos al parejo”. Gómez Villegas también dijo que pertenecer a una comunidad como la universitaria implica entregar un servicio y destacó que las OFI “dan mucho al cuidado de la persona, invitan a ser mejor con los demás”. 

Después de escuchar a Omar Gómez, Zatyrka se despidió y comenzó el intercambio de opiniones entre los participantes de la mesa y la audiencia. En todas las participaciones hubo coincidencia: las OFI están presentes de manera permanente en todas las tareas de la universidad, incluso en aquellas que no son tan evidentes pero que permiten el cumplimiento de todo lo demás: las de gestión y administración.